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viernes, diciembre 28, 2007

Endorphin 2.7, simulación de físicas en 3D

Fuente: Blog de Carlos Gomez Suarez.

Endorphin 2.7 es un programa que permite simular casi cualquier situación real por medio de un combinado de ecuaciones físicas. Por ejemplo, tira una persona contra otra y observa la reación física resultante, o produce el choque entre dos coches y mira los efectos.

La versión "learning" es gratuita, solo tienes que registrarte en la página (obviamente gratis) e introducir el número de serie que te facilitan en la misma.

lunes, diciembre 24, 2007

EL SECRETO DE LOS FINLANDESES

Fuente: XL Semanal.

¿Por qué lo habitual en Finlandia es que un adolescente normalito termine Secundaria con notas excelentes, hablando un perfecto inglés y leyendo un libro a la semana, y aquí muy pocos consiguan algo remotamente parecido? Hemos viajado al país mejor clasificado por el informe Pisa para averiguarlo.

Les presento a Saili Sipilä. Tiene 15 años. Vive con sus padres y sus dos hermanos en Espoo, una ciudad de 360.000 habitantes a las afueras de Helsinki. He volado 4.000 kilómetros para conocerlo. ¿Por qué? Por dos razones: porque soy periodista y porque tengo un hijo de la misma edad. Como periodista, quiero saber por qué Saili, un adolescente normalito de Finlandia terminará la Secundaria con excelentes notas, hablando inglés a la perfección y leyendo un libro por semana. Lo típico para un finlandés. Como padre, quiero saber si es inevitable que mi hijo, Manuel, un adolescente normalito, acabe sus estudios obligatorios aprobando por los pelos, chapurreando cuatro palabras en inglés y sin el menor interés por la lectura. Lo típico para un español. ¿Hubiera sido diferente si hubiera nacido en Finlandia? ¿Qué comparaciones entre la educación finlandesa y la española puedo hacer como periodista? ¿Qué lecciones puedo aprender como padre?


Repaso en el avión los resultados calentitos del último informe Pisa, un examen trianual que mide las capacidades de los alumnos de 15 años de 57 países en ciencias, matemáticas y lectura. Participaron 375.000 estudiantes. En España, casi 20.000 alumnos de Secundaria de 686 coles e institutos. Veamos las notas. Ciencias: Finlandia, 1ª, 563 puntos. España, 31ª, 488 puntos. Si el aprobado lo marca la media de los países de la OCDE (491 puntos), ya tenemos el primer suspenso. Matemáticas: Finlandia, 2ª, 548 puntos, a sólo uno de China Taipei. España, 31ª, 480, a cuatro de la media de los países desarrollados. Segundo insuficiente. Lectura: Finlandia, 2ª (547), por detrás de Corea del Sur. España, 35ª (461), protagoniza además el peor descenso en comprensión lectora de los países de la OCDE (485) desde el último informe. Nuestros hijos no entienden lo que leen. A la cuarta línea de cualquier texto se pierden. Muy deficiente.


Tres cates en las tres asignaturas básicas. ¿Qué hacemos? ¿Castigamos de cara a la pared a los alumnos, a los padres, a los profesores, a las autoridades, a todos? Alemania cosechó unas calabazas semejantes hace tres años y la conmoción fue tan mayúscula que los políticos se pusieron las pilas y este año sus estudiantes han aprobado con nota. Aquí, el Gobierno culpa a Franco (la precaria educación de los padres dificulta la de los hijos). Además, la fiesta va por barrios, léase por comunidades autónomas. Los riojanos pueden sacar pecho: están en el grupito de cabeza. Los andaluces deberían ir pensando en las recuperaciones: en mates les gana hasta Azerbaiyán.


Taxi hasta Espoo. Son las siete de la mañana y todavía no ha amanecido. Ni lo hará. No veré el sol durante mi estancia en Finlandia. Cielos cubiertos y noche cerrada a las tres de la tarde. En esta época del año es un país en penumbra y con sus 5,3 millones de habitantes obsesionados en encender cirios, velas y lamparitas. Limosnas de luz. Llego a casa de los Sipilä a tiempo para ser invitado al desayuno familiar. No es lo habitual, porque cada uno suele tomar un bocado por su cuenta, pero ayer (6 de diciembre) fue el Día de la Independencia y la ocasión lo merece. Me sorprende que Saili no tenga puente, pues el festivo cae en jueves. Mi hijo enlazó cuatro días de vacaciones gracias al viaducto de la Constitución. En Finlandia, si una escuela hace puente (los centros tienen autonomía para toman estas decisiones), antes obliga a sus alumnos a salir algo más tarde cada día hasta completar las clases que se hubieran perdido.

Me descalzo, dejo los zapatos en el recibidor y converso con los Sipilä en calcetines mientras damos cuenta del café, los panecillos, el zumo de bayas y el queso lapón con mermelada. Seppo, el padre, es teólogo y se gana la vida traduciendo la Biblia. Domina una docena de idiomas, entre ellos arameo, copto y árabe clásico. Leena, la madre, es enfermera y trabaja en un hospital. Mikael, el hermano mayor, tiene 18 años y quiere estudiar Arte Dramático en la universidad, pero reconoce que las posibilidades de pasar el corte a la primera son escasas. Joel, el menor, de 12 años, es discapacitado psíquico y acude a un colegio de educación especial. La vivienda familiar es un dúplex de clase media en el centro urbano de Espoo. Lo de ‘urbano’ hay que matizarlo. Un bosque de abetos limita con la casa. «Nos mudamos aquí hace año y medio. El aire es muy puro». Espoo es la segunda ciudad de Finlandia en habitantes y la de mayor porcentaje de población universitaria en un país donde el 34 por ciento de los adultos tiene estudios superiores. «No hay apenas delincuencia. Nuestros hijos pueden pasear de noche con tranquilidad», explica el padre. Y Saili apostilla en un inglés prístino: «Finlandia es segura. Ni sunamis, ni terremotos… Me gusta vivir aquí». Yo les explico que me crié en la calle. Y eso es algo que se ha perdido en España, por los menos en las grandes ciudades. Que los niños puedan jugar al aire libre sin vigilancia.


Las ocho menos cuarto. Hora de ponerse los zapatos y salir camino de las respectivas ocupaciones. Saili coge el bus urbano (no hay autobuses escolares). El billete lo subvenciona el municipio. Por ley, ningún alumno puede vivir a más de cinco kilómetros de la escuela. Podría ir caminando, un paseo de veinte minutos, pero llovizna aguanieve y no le apetece. Saili tiene moto y bicicleta, como la mayoría de sus compis, pero sólo unos pocos desafían al frío en esta época. En el exterior, las instalaciones de la escuela Saarnilaakson dan una impresión espartana, excepto por el césped de los campos de deporte que la circundan. En la entrada no se ve a decenas de estudiantes apurando el primer pitillo de la mañana, como en los institutos españoles. Ni una colilla ni una hoja ni una pintada. «Aquí no se ensucia ni la nieve», me dice el fotógrafo.

En el interior, la limpieza resalta aún más. No hay garabatos en los pupitres ni en los aseos. Todo parece recién estrenado. Saarnilaakson es una escuela pública, como el 97 por ciento de los centros finlandeses, a diferencia de España, donde el 35 por ciento son privados. Por supuesto, es gratuita. Pero el equipamiento es el de un colegio caro en nuestro país. Las aulas disponen de un televisor con pantalla gigante de plasma, acuario de 200 litros con pececitos de colores, cocina con fregadero, medios audiovisuales, aire acondicionado, muchas plantas. Hay un ordenador por cada dos alumnos. Una docena de máquinas de coser en la clase de costura, aparatos de soldar, herramientas de carpintería, esquíes… Un gimnasio cubierto, un auditorio para las clases de teatro y un comedor con autoservicio. Todo en perfecto estado de revista. Los libros de texto son gratis (¡cómo duelen los 200 euros que tengo que desembolsar cada septiembre!), el material escolar es gratis, la comida es gratis. No parece demasiado apetitosa y los estudiantes reniegan, pero la comen. Al Ayuntamiento le cuesta 65 céntimos cada menú: un plato caliente, leche y fruta.

Tanta generosidad me pone los dientes largos. Y cuando Kari Kajalainen, profesor de matemáticas, me explica que si un niño quiere estudiar, puede llegar a ser médico o juez o ingeniero, lo que se proponga, si se esfuerza, aunque su familia sea pobre, pongo cara de incredulidad. «La educación de cada finlandés le cuesta 200.000 euros al Estado, desde que entra en la guardería hasta que sale de la universidad con su título. Es el dinero mejor empleado de nuestros impuestos. La presidenta del país, Tarja Halonen, se licenció en Derecho y proviene de una humilde familia de clase obrera. «Cuando regaño a mis alumnos, les digo que están malgastando el dinero de los contribuyentes». Y otra profesora, Päivi Ketola, me cuenta que los universitarios sólo han de pagar los libros y la comida (2.50 euros en la cafetería de la facultad). El Estado los ayuda a emanciparse con subvenciones para alquilar una vivienda y una paga. Todo el sistema está montado para que los finlandeses se acostumbren a ser autónomos desde bien pequeñitos y se vayan a vivir por su cuenta a los 18 años.
EN PORTADA





Pero volvamos con Saili, que ha sonado el timbre (las notas de una balada al piano de Erik Satie) y entra en clase. Cursa 9º grado, el equivalente de 4º de la ESO en España. En la escuela de Saarnilaakson hay 400 alumnos y 40 profesores, médico, asistente social, psicólogo y hasta dentista. Y la ratio es de menos de veinte estudiantes por aula (en Finlandia, por ley, no puede haber más de 24). En la clase de mi hijo hay 34. Los compañeros de Saili son formalitos, por lo menos a primera vista. Y es que en el ideario del colegio, además de en la civilización europea y el multiculturalismo (hay clases de historia del islam o del catolicismo, aunque la población es mayoritariamente luterana), se hace un hincapié obsesivo en los buenos modales. Me asombra el respeto reverencial que le tienen a los profesores. «Sí, nos sentimos respetados y valorados por la sociedad. Ser maestro es una profesión de prestigio a la que solo aspiran los mejores. Y no basta con ser muy bueno en tu materia. Debes destacar también a la hora de saber transmitir tus conocimientos. Pero el respeto de los alumnos te lo ganas día a día. En 20 segundos lo puedes perder», explica Mati Karkkainen, docente de ciencias, en la sala de profesores, muy acogedora: un piano, una bandeja con bombones, cafeteras humeantes. Los maestros tienen un buen sueldo en comparación con los españoles, aunque algunos se quejan. Rocío no, desde luego. Esta madrileña imparte clases de español. «Cobro 1.800 euros por 15 horas semanales. El sistema no incentiva que trabajes más. Prefieren repartir el trabajo para que no haya paro. ¿Cómo? Aumentando mucho los impuestos a los que ganan más. A mí sólo me retienen el 10 por ciento. Pero a un médico que gane 5.000 euros le retienen la mitad. Además, tienes derecho a paro toda la vida. Tendría que pensármelo mucho para volver a España».


Ojo, a los niños finlandeses no les gusta el cole. Saili, que saca sobresalientes sin despeinarse, lo considera «demasiado fácil». Sus compañeros, menos brillantes, reconocen que hay que trabajar demasiado. Y Päivi Junkkari, profesora de inglés, recuerda su adolescencia como una etapa ingrata, de mucho sacrificio. «Los alumnos no vienen al colegio a pasárselo bomba. Es un trabajo. Pero saben que todos tienen las mismas oportunidades. Da igual a la escuela que vayan, en el centro de Helsinki o en un pueblo del Ártico. Todas tienen el mismo nivel». Kari Kajainen asiente. «Nos centramos en que la mayoría de los alumnos sean muy competentes. Que el nivel medio sea alto. No es una educación elitista. Preferimos que todos saquen aprobados y notables; que haya alumnos de matrícula no es una prioridad. Y, sobre todo, cuando vemos que alguno tiene problemas, le asignamos enseguida un profesor de apoyo. Tiene clases extra. Estamos muy pendientes y no dejamos que se retrase.»

Los deberes son sagrados. Y está muy mal visto que alguien copie, incluso por los mismos alumnos. Que alguien saque una chuleta es impensable. «En nuestra cultura son muy importantes dos valores: la honradez y el trabajo», comenta Päivi Junkkari. No es casualidad que Finlandia también encabece las estadísticas de transparencia y menos corrupción pública. Kari Kajainen apunta otra peculiaridad nórdica. No hay repetidores. Le digo que en España el 43 por ciento de los alumnos de Secundaria ha repetido curso alguna vez. Y que mi hijo, que siempre se salva al final, tiene incontables oportunidades para aprobar cada asignatura y, aun así, suelen quedarle un par para septiembre. Kajainen pone cara de asombro. «Aquí sólo tienes una oportunidad para aprobar un examen por la misma razón que la vida sólo se vive una vez. Y hay que aprovecharla. Si no apruebas, te quedas una hora más en clase hasta que demuestres que te lo sabes y si no, estudias en verano, pero la promoción es automática».
¿Dónde aprietan más las tuercas? «Sin duda, en la enseñanza de la lengua materna. Somos los primeros del mundo en ciencias y los segundos en matemáticas, pero el mayor reto de enseñar matemáticas es conseguir que los alumnos comprendan lo que leen, el enunciado de los problemas. Por eso lo fundamental es que lean. Y también es muy importante la enseñanza de lenguas extranjeras. El finés es una lengua minoritaria. Los alumnos también estudian sueco e inglés obligatoriamente. Y alemán, francés o italiano como optativas. Pero tienen una gran ventaja. Las películas y series de televisión extranjeras no están dobladas. Todas se pasan con subtítulos. Los niños se acostumbran desde pequeños a escuchar otros idiomas y, además, adquieren destreza lectora. Hay que leer rápido los subtítulos para no perder el hilo del programa», apunta Tuija Yrjö-Koskinen, profesora de inglés. Envidio la fluidez con la que todos hablan el idioma de Shakespeare en la clase de Sailu. E incluso chapurrean algunas palabras de español porque Los Serrano es la serie de moda.


La jornada de Saili es intensiva, de 8 de la mañana a 3 de la tarde. Pero las clases son muy breves: 45 minutos mal contados. Hay un recreo obligatorio al aire libre (los adolescentes se apretujan en la entrada porque en el patio hace frío) y una pausa de media hora para comer. Todo el horario está salpicado de breves descansos que hacen llevadero el día. Terminan frescos. No se los abruma con una montaña de materias. Las carteras son livianas. Se estimula el razonamiento crítico antes que la memorización. Hay clases distendidas, como baile de salón, teatro, arte digital, peluquería, artes marciales, hockey sobre hielo, esquí de travesía, ¡cocina! (Saili y su hermano Mikael aprendieron a cocinar en el colegio y preparan la cena en casa cuando les toca). También primeros auxilios, carpintería, soldadura o música. Los alumnos tocan el violín, la guitarra eléctrica u otros instrumentos, según sus preferencias. Y, sobre todo, se estimula el pensamiento crítico. Se invita a discutir. El sistema español margina el debate y la expresión oral. El alumno toma apuntes pasivamente, bosteza.

Saili vuelve a casa, juega un rato al hockey y hace los deberes. «Tardo de una a dos horas. Luego cuido de mi hermano Joel o cocino si no hay nadie más en casa. A las siete hemos cenado. Me conecto un rato al Messenger si mi padre no está trabajando en el ordenador. O juego a videojuegos de rol y de estrategia. Luego, me acuesto y me quedo leyendo hasta las once. Mis libros preferidos son las novelas de Julio Verne y todos los de Harry Potter. El último lo voy a leer en inglés».

Finlandia presume del mayor índice de lectura de libros y prensa de Europa. Tres veces por semana la familia toma la sauna en casa. «Lo hacemos juntos. Es el lugar donde se comentan las preocupaciones y los proyectos, donde se planean las vacaciones. Siempre buscando el sol. Hemos ido a Madeira, París y Túnez», explica Leena, su madre. Saili todavía no tiene claro qué quiere ser de mayor. «Químico, veterinario o diseñador de videojuegos.» Le pregunto si es feliz. Y me responde sin pestañear que sí.

Carlos Manuel Sanchez

jueves, diciembre 20, 2007

Cursos online de la Universidad de Yale

Fuente: Terra España.

Has soñado alguna vez con ir a Yale? Ahora ya puedes, y sin pagar los más de 30.000 dólares que cuesta por año, pues la universidad ha comenzado a poner en internet algunos de sus cursos con acceso libre. Eso sí, no te darán diploma.

Los alumnos virtuales pueden ver al profesor Shelly Kagan, sentado encima de la mesa de clase, divagando sobre el concepto de la muerte o a su colega Charles Bailyn zambullirse en la controversia sobre si Plutón es un planeta o no.

Son dos de los siete cursos colgados en internet por la universidad, que abre una ventana al pensamiento de académicos de primer nivel, aunque uno esté a miles de kilómetros de distancia de New Haven, la ciudad del estado de Connecticut marcada por los edificios neogóticos de Yale.

'Creemos que instituciones como Yale deben compartir sus recursos con el resto del mundo y al hacerlo, contribuimos a la democratización del conocimiento', dijo Diana Kleiner, la directora del proyecto.

Esta iniciativa es parte de un movimiento al que se han sumado hasta ahora unas 160 universidades de todo el mundo, las cuales han decidido abrir las puertas de sus clases a cualquiera con una conexión de internet y al deseo de aprender.

La mayoría están agrupadas en el llamado 'OpenCourseWare Consortium' (Consorcio de cursos abiertos), al que pertenece el portal Universia (http://ocw.universia.net/), que ofrece contenidos de universidades españolas y latinoamericanas.

Algunos centros, sin embargo, se limitan a divulgar el temario y algunas lecciones, lo que dista mucho de la riqueza de materiales que ofrecen ciertas instituciones estadounidenses.

Aun así, la tendencia es a que cada vez se añadan más, según Steve Carson, director de comunicaciones del proyecto 'OpenCourseWare' (Cursos abiertos) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

'Estamos creando una reserva mundial de conocimiento desde distintos puntos de vista culturales y en base a sistemas educativos diferentes', dijo Carson.

El MIT ha sido el pionero al poner desde 2002 en la página http://ocw.mit.edu parte del contenido de sus aulas.

Hace unas semanas logró que tengan presencia en la red sus 1.800 cursos, incluidos 'Neurobiología genética', 'Tiro al arco' y 'Filosofía de mecánica cuántica'.

En lugar de volumen, como MIT, Yale se ha concentrado en ofrecer un pequeño número de aulas, pero con grabaciones en vídeo de alta calidad y audio en MP3 -para quien quiera estudiar en la cinta de ejercicio- transcripciones, y problemas y exámenes con sus soluciones.

'No hace falta apuntarse, no hace falta una contraseña, está listo para cualquier persona en cualquier parte del mundo', dijo Kleiner. Su página es http://open.yale.edu/courses/

Los cursos por internet no son una cosa nueva. Desde hace una década, universidades de todo el mundo ofrecen clases virtuales, que incluyen foros de debate entre alumnos y el profesor.

Pero instituciones como Yale han dado un paso más y abren sus aulas gratis al mundo, gracias al apoyo de fundaciones, donaciones y algunas inyecciones de dinero propio.

Su iniciativa no ha reducido el interés en asistir personalmente a sus aulas, sino que al contrario, sólo parece acrecentar la sed de conocimiento.

Según Carson, la mitad de los alumnos que entran a MIT conoce sus cursos abiertos y, de esos, una tercera parte ha dicho que ese programa fue un factor fundamental a la hora de decantarse por esa universidad.

Los cursos también atraen a profesores de otras instituciones, interesados en los métodos de enseñanza.

Su atracción, sin embargo, va más allá del círculo académico. La mitad de los usuarios de la página de MIT, que visitan dos millones de personas al mes, son autodidactas, personas que quieren ponerse al día con los últimos descubrimientos en su campo o que siempre habían querido saber cómo funciona el cerebro.

Sin embargo, los cursos abiertos no son lo mismo que ir a clase.


No hay interacción con el profesor, aunque Yale sopesa crear foros de debate. Tampoco existe el contacto con otros viajeros en el periplo del aprendizaje. Aprender por internet es un placer solitario.

lunes, diciembre 10, 2007

Ylla I: Revista de Ciencia y Cultura

Visite Ylla I haciendo clic en:

http://santos- ylla.blogspot. com/

En su primer numero tienen el siguiente contenido:

ÍNDICE

DE LOS EDITORES

CIENCIAS SOCIALES
Santos Gonzales Saba
ESLABONES PERDIDOS DEL PERÚ ANTIGUO
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO

I. ETAPAS DE LA HISTORIA
1. La prehistoria del Perú
2. Etapas de la Historia
3. Huellas prehistóricas

II. LEYENDAS SOBRE EL ORIGEN
1. El origen legendario de los hombres
2. El Collao: matriz gentilicia
3. Pachacamac
4. Uiracocha
NOTAS
ANEXO

CIENCIAS NATURALES

Francisco Martínez Salas:
LOS SUPERADORES DE EINSTEIN
1. ¿Qué es la realidad?
2. La materia no existe sin el espíritu
3. El mundo de la mecánica cuántica
4. Los superadores de Einstein
5. Una sugerencia, a modo de conclusión
NOTAS

CIENCIAS DEL PENSAMIENTO
Pricila León Pretel:
“CRISIS DE LOS PARADIGMAS”
1. El origen de la crisis
2. El centro de la crisis teórica
3. Problemas y soluciones fundamentales

ARTE

Isabel Vega Cosío:
SANMARQUINOS EN ACCIÓN
1. El ingreso


miércoles, diciembre 05, 2007

La educación en Finlandia

Fuente: Virtual Finland.

Uno de los objetivos del sistema educativo finlandés es velar por las capacidades, las aptitudes y la cultura de toda la población. El principio de la educación permanente – ofrecer la posibilidad de aprender algo nuevo durante toda la vida – es un importante objetivo de todo el sistema, desde la educación básica hasta la destinada a los adultos. El gasto público en educación representó en 1998 el 6,2% del PNB (el promedio de los países de la OCDE es del 5,3%). Los finlandeses poseen un elevado nivel educativo. En las comparaciones internacionales se destaca especialmente la educación de los jóvenes. La evaluación PISA (Proyecto Internacional para la Producción de Indicadores de Resultados Educativos de los Alumnos) realizada por la OCDE en el año 2001, mostró a Finlandia entre los primeros países del mundo.

Educación preescolar

En Finlandia no existen instituciones específicas de educación preescolar, sino que la misma se imparte en escuelas y jardines de infantes el año previo al comienzo de la escolaridad. El objetivo del nivel preescolar es fortalecer las aptitudes de aprendizaje de los niños. En la práctica se les enseñan nuevos conocimientos y capacidades a través de juegos. Aunque la misma no es obligatoria, la ley establece que los municipios deben organizar educación preescolar gratuita para todos los niños de 6 años. Actualmente la mayoría de ellos recibe educación preescolar.

La escuela básica

El itinerario de la instrucción comienza en Finlandia con la escuela primaria, que los niños suelen comenzar el año en que cumplen siete. Dura nueve años y finaliza cuando el adolescente ha aprobado el programa de estudios o cumple diecisiete años. Todos los niños residentes en Finlandia, también los extranjeros, están obligados por ley a cumplir el programa de estudios de la escolaridad primaria, ya sea asistiendo a la escuela básica o adquiriendo por otros medios los conocimientos equivalentes a su programa de estudios. La asistencia a la escuela no es en sí obligatoria. El principio de la escolaridad obligatoria es casi tan antiguo como el país: Finlandia se independizó en 1917 y la escolaridad obligatoria se instituyó en 1921. La legislación actualmente vigente data de 1998.


La prestación de la escolaridad primaria está a cargo de los 450 municipios en que se divide el país, que tienen el deber de organizar enseñanza para todos los niños en edad escolar residentes en su territorio, o de ocuparse de que reciban instrucción. La ley establece que la escuela básica es gratuita para todos. Además de la enseñanza, también son gratuitos todos los útiles y textos escolares, y los alumnos almuerzan gratuitamente en la escuela. La enseñanza debe impartirse cerca del hogar de cada niño. Los municipios son responsables de organizar y pagar el transporte de los alumnos que residan a más de cinco kilómetros de las escuelas.

La escuela básica no otorga títulos, pero su cumplimiento da acceso al segundo nivel de educación: las escuelas profesionales o el bachillerato.

En Finlandia hay unas 4.000 escuelas primarias. Cada año ingresan unos 60.000 niños al primer curso, y en el año 2002 hay unos 580.000 alumnos matriculados.

En la escuela básica los seis primeros cursos están a cargo de maestros/as, que enseñan todas o casi todas las materias. En los tres últimos cursos hay profesores por asignatura. El objetivo general establecido para la enseñanza básica es apoyar el desarrollo integral de los alumnos como individuos y miembros de la sociedad éticamente responsables. La educación básica pone el énfasis en la enseñanza de los conocimientos y destrezas necesarios en la vida. La ley obliga a organizar una enseñanza especial para los alumnos con dificultades de aprendizaje.

Lasmaterias de la escuela básica son lengua materna (finlandés o sueco), el otro idioma nacional, idiomas extranjeros, matemáticas, física, química, historia, instrucción cívica, educación física, música, artes plásticas, manualidades, economía doméstica, religión o educación ético-filosófica, biología, geografía y medio ambiente. En algunos cursos los alumnos también pueden elegir asignaturas optativas según sus intereses. El sistema educativo finlandés ha obtenido buenos resultados en las comparaciones internacionales. Por ejemplo en lectura y comprensión de textos los escolares finlandeses se cuentan entre los mejores del mundo.

El calendario lectivo de la escuela básica tiene 190 días de clase. Los cursos culminan a finales de mayo con la fiesta de primavera, que da inicio a las vacaciones de verano, que se extienden hasta mediados de agosto. Durante el año hay varios períodos de vacaciones: en otoño, en las fiestas navideñas, y una semana de vacaciones de esquí en febrero o marzo.

Después de la escuela básica

Al finalizar la escuela primaria los jóvenes se encuentran frente a una importante elección: continuar desarrollando su cultura general en el bachillerato, o comenzar una formación profesional en un instituto.

El bachillerato

El bachillerato está destinado en principio a los jóvenes de 16 a 19 años. Los liceos seleccionan a sus alumnos en función de sus calificaciones de la escuela primaria. El currículo del bachillerato puede cursarse en dos, tres o cuatro años, pero el ritmo de estudios es muy individual. Los programas están estructurados en cursos por asignatura, y la elección de cursos va determinando el avance en los estudios. Debido a las distintas opciones de los alumnos, en el liceo no hay itinerarios fijos ni grupos por aula. El currículo comprende estudios obligatorios, especializados y aplicados.


El bachillerato culmina con un examen final que se realiza homogénea y simultáneamente en todo el país. El mismo comprende cuatro pruebas obligatorias: lengua materna (finlandés o sueco), el segundo idioma nacional (finlandés o sueco), un idioma extranjero y matemáticas o ciencias. En la prueba de ciencias se pueden elegir preguntas de biología, geografía, química, física, historia e instrucción cívica, religión, educación ético-filosófica, filosofía o psicología. Además de las materias obligatorias, los estudiantes pueden examinarse en otras optativas. Las pruebas de idiomas comprenden ejercicios escritos y de comprensión oral. El currículo del bachillerato será reformado en los próximos años. El examen es elaborado cada año por una comisión ad hoc dependiente del Ministerio de Educación, la que también corrige todas las pruebas siguiendo principios unificados. Como símbolo de la obtención del título, los nuevos bachilleres reciben cada año en primavera u otoño la tradicional gorra blanca.

Al aprobar el bachillerato, los jóvenes adquieren competencia para la educación superior. El bachillerato es en primer lugar una etapa preparatoria para el nivel terciario. Actualmente más de la mitad de los jóvenes ingresa cada año en el bachillerato, pero también lo pueden cursar más adelante, como adultos.

Formación profesional básica

Si después de la escuela primaria el adolescente elige seguir una formación profesional, tiene una gran cantidad de alternativas escolares y especialidades para elegir. La formación profesional básica se puede adquirir tanto en institutos como en centros de trabajo, mediante un contrato de aprendizaje.

La oferta comprende 75 títulos profesionales básicos agrupados en las siguientes áreas: recursos naturales, técnica y comunicaciones, comercio y administración, turismo, restauración y economía doméstica, estudios sociales y de la salud, servicios culturales y actividades de ocio, físicas y deportivas. Los objetivos de la formación profesional básica establecidos por ley son brindar la capacidad profesional necesaria en la vida laboral y preparar a los alumnos para ejercer una profesión independiente. Los títulos básicos se obtienen en tres años, y otorgan competencia para continuar estudios superiores.

Los institutos de educación profesional seleccionan a sus alumnos principalmente en función de sus calificaciones escolares, pero algunos organizan también pruebas de admisión. Todos los currículos de formación profesional básica incluyen lengua materna, el segundo idioma nacional, un idioma extranjero, matemáticas, física y química, ejercicios físicos e higiene, estudios sociales, empresa y práctica laboral, y arte y cultura. También se exige un trabajo final.

La instrucción profesional finlandesa incluye, además de la educación teórica, períodos en los talleres y laboratorios de los mismos institutos y prácticas en sitios de trabajo. La formación profesional básica está organizada por los municipios, mancomunidades intermunicipales y el sector privado. La enseñanza es gratuita.

En los contratos de aprendizaje el centro de educación, la empresa y el trabajador firman un contrato de trabajo y aprendizaje a plazo fijo. El aprendizaje se produce en la labor práctica. Otra forma de obtener títulos es el sistema llamado de exhibición, en el que independientemente de la manera de adquisición de los conocimientos, el aspirante puede demostrar en unas pruebas de evaluación que domina los conocimientos y destrezas de la profesión. Se puede participar en las pruebas sin una instrucción preparatoria previa, directamente con lo aprendido trabajando.

Educación superior

El sistema de educación superior está integrado por las universidades y las escuelas superiores. La premisa del funcionamiento de las universidades es la unidad entre investigación y enseñanza. La función básica de las universidades es realizar investigación científica eimpartir la enseñanza más elevada basada en la misma. Las universidades expiden títulos inferiores (llamados candidaturas), superiores (maestrías) y de postgrado (licenciaturas y doctorados). También imparten enseñanza complementaria y organizan la llamada universidad abierta. Las escuelas superiores profesionales, básicamente orientadas hacia una salida laboral, son por naturaleza polifacéticas y regionales. Expiden títulos terciarios con enfoque profesional. Las universidades y las escuelas superiores están distribuidas por todo el país, y se procura asegurar oportunidades de estudio equitativas para todos independientemente del sitio de residencia.

Universidades

La institución universitaria representa las tradiciones más antiguas de la historia de la educación finlandesa. La primera universidad, la Academia de Turku, fue fundada en 1640. La actividad universitaria se basa en la libertad científica y en la autonomía. Por autonomía se entiende que el sistema de toma de decisiones de las universidades es muy independiente. Las universidades y las facultades se dan sus normas y deciden sus planes de enseñanza. Las universidades también fijan la cantidad de plazas para las distintas carreras. Las veinte universidades de Finlandia son del estado, el que aporta la mayor parte de su financiamiento. Los estudios universitarios en principio están al alcance de todos, ya que no se cobran matrículas.

Las funciones de las universidades, establecidas por ley, son fomentar la libre investigación, las ciencias y las artes, e impartir la enseñanza superior basada en la investigación. Las universidades deben organizar su gestión para alcanzar un elevado nivel internacional en la investigación, la enseñanza y la instrucción, observando los principios de la ética y las buenas prácticas científicas.

Las universidades seleccionan a sus alumnos mediante pruebas de admisión. Tienen plazas para aproximadamente un tercio de los jóvenes de cada promoción. Las principales áreas de estudio son las ciencias técnicas, las humanidades y las ciencias naturales. Las universidades expiden títulos inferiores y superiores, y títulos científicos de postgrado, que son las licenciaturas y doctorados. Los estudios de un título inferior suelen durar tres años (120 créditos o semanas académicas), y los de un título superior unos cinco o seis años (160 a 180 créditos).

En las universidades finlandesas había en el año 2000 más de 150.000 estudiantes matriculados en carreras de grado, entre ellos más de 3.700 extranjeros. La red universitaria cubre todo el país, hasta la septentrional Laponia. Diez de las universidades tienen varias facultades, tres son politécnicas, tres están especializadas en ciencias económicas y cuatro son de formación de artistas. Fuera del ámbito del Ministerio de Educación funciona la Escuela Superior de Defensa, que se ocupa de la educación militar superior.

Escuelas superiores profesionales

La característico de las escuelas superiores profesionales es su estrecha relación con el ámbito laboral. Su objetivo es preparar a los estudiantes para desempeñarse como profesionales expertos en distintas ramas.

El sistema de escuelas superiores profesionales es bastante joven, pues se creó en los años noventa. La reforma obedeció a la intención de canalizar el crecimiento de la matrícula de la enseñanza superior de las universidades a las escuelas superiores profesionales.

El requisito de ingreso en las escuelas superiores profesionales es el bachillerato o un título de formación profesional básica. Estas instituciones se diferencian de las universidades en que en vez de ser estatales, son municipales o privadas. El estado no obstante soporta el 57% de sus costos básicos. Los títulos son especializados por profesión, y se obtienen en 3,5 o 4 años (140 a 160 créditos). Para titularse, además de aprobar el plan de estudios, se debe hacer un período de práctica laboral y un trabajo final.

Las escuelas superiores profesionales imparten enseñanza en las siguientes áreas: técnica y comunicaciones, comercio y administración, servicios sociales y de salud, servicios culturales, turismo, restauración y economía doméstica, recursos naturales, humanidades y magisterio. El Ministerio de Educación debe aprobar los currículos de grado, pero las escuelas deciden independientemente sus planes de estudios. En el año 2002 se iniciará una experiencia piloto de estudios de postgrado (de 40 a 60 créditos) en las escuelas superiores profesionales en ciertas carreras en las que la demanda laboral así lo requiere. En las 29 escuelas superiores profesionales de Finlandia había en el año 2000 unos 114.000 alumnos en carreras de grado.

En las universidades y escuelas superiores profesionales hay plazas para un 65% de los jóvenes de cada promoción. Uno de los objetivos del gobierno es incrementar el número de ciudadanos con títulos terciarios.

Educación para adultos

La educación para adultos se ha convertido en un importante sector de la política educativa finlandesa, especialmente en las dos últimas décadas. Las generaciones mayores tienen un menor nivel de instrucción que los jóvenes, por lo que necesitan educación adicional y complementaria. Al acercarse la fecha de jubilación de las grandes masas nacidas en el baby boom de la postguerra, volverán a incrementarse las necesidades de educación de la población adulta. Comparados con el resto del mundo, los finlandeses adultos son entusiastas estudiantes: cada año alrededor de un millón de personas participa por propia iniciativa en alguna de las más de mil actividades educativas para adultos organizadas por institutos o universidades. La extensión total de estos programas es de unas diez millones de horas de clase.

La educación para adultos se imparte en universidades, escuelas superiores profesionales, institutos, centros de capacitación para adultos, academias con internado, institutos populares y universidades de verano. Sus programas ofrecen estudios que otorgan títulos básicos, una amplia oferta de asignaturas de carreras de grado, estudios preparatorios para los exámenes de exhibición de capacidades (por ejemplo para títulos en idiomas y profesionales), y educación adicional y complementaria para iniciar contratos de aprendizaje y mejorar la competencia profesional. Asimismo la educación del adulto puede incluir estudios de cultura cívica, de capacitación social o vinculados con intereses propios. Los estudios que otorgan títulos son gratuitos. Los otros suelen ser pagos; la oferta contiene desde cursos gratuitos hasta otros con tarifas comerciales. El Ministerio de Educación financia la educación del adulto y es responsable de su desarrollo.

Los adultos pueden cursar la escuela básica y el bachillerato, o hacer los exámenes de éste, en liceos para adultos o en las líneas para adultos de los liceos. En los liceos para adultos también se enseña a alumnos extranjeros.

La mayoría de los estudiantes adultos estudian paralelamente a su trabajo. Constantemente se desarrollan las posibilidades de estudiar sin profesor y a distancia, para facilitar la asistencia al empleo. Los adelantos de la informática han permitido mejorar cualitativa y cuantitativamente la enseñanza a distancia.

La capacitación del adulto es una importante herramienta de política laboral. Su objetivo es mejorar la oferta de mano de obra cualificada y ayudar a los desempleados a reinsertarse en el mercado de trabajo. Un grupo que requiere especial atención son los desocupados de largo plazo. La capacitación de la fuerza de trabajo se incrementó especialmente en los años noventa cuando la depresión mundial golpeó duramente a Finlandia debilitando sensiblemente el nivel de empleo. La capacitación de la mano de obra está a cargo del Ministerio de Trabajo, el que contrata con distintas instituciones cursos y otros medios de capacitación para los desempleados y las personas en peligro de desempleo.

La administración de la educación en Finlandia

El Parlamento de Finlandia establece los principios generales de la política educativa y la legislación correspondiente. La ejecución de las políticas pertenece al ámbito del Consejo de Estado, al Ministerio y a la Dirección Nacional de Educación. El Ministerio de Educación es la autoridad principal que supervisa la oferta educacional oficialmente subvencionada. La participación del Ministerio de Educación en el presupuesto estatal es del 14%. La meta principal del Ministerio de Educación es brindar a los ciudadanos la posibilidad de desarrollarse mediante la educación y los servicios culturales, asegurarles la capacitación profesional que requiere la vida laboral, fortalecer la cultura nacional y fomentar la cooperación internacional. En la administración central sus principales socios en el campo de la política educacional son los Ministerios de Trabajo, de Asuntos Sociales y Salud Pública y de Comercio e Industria.

El Ministerio de Educación elabora para el Consejo de Estado y el Parlamento las leyes, decretos y resoluciones sobre los asuntos de su competencia. También participa en la preparación de las normas de la UE y de las decisiones sobre cooperación sectorial. El Ministerio dirige y desarrolla la gestión de su esfera administrativa. Distribuye las partidas presupuestarias a las entidades estatales y concede participaciones y subvenciones a los municipios, las mancomunidades intermunicipales y a asociaciones privadas.

Los estudios que otorgan títulos son gratuitos en todos los institutos y universidades pertenecientes al sistema educativo oficial de Finlandia. Los estudiantes pueden recibir subsidios para toda instrucción posterior a la educación básica.